Mondragon Componentes presentará su Kitchen-Eye en el Global Innovation Day 2021
Javier Aranceta, director de Innovación de Mondragon Componentes y de Centro Stirling participará el próximo 3 de noviembre en el Global Innovation Day 2021, un acto promovido por la Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque, que todos los años trata de poner en valor la labor innovadora que se lleva a cabo en Euskadi.
La décima edición del Global Innovation Day 2021 se transmitirá por streaming el 3 de noviembre, y podrá seguirse a través de la web: https://www.innobasque.eus/microsite/global-innovation-day-2021/
Según el programa previsto, seis de los más de cien casos más relevantes serán presentados en directo, y entre ellos estará el proyecto desarrollado por Mondragon Componentes, que será presentado por Javier Aranceta, director de Innovación de Mondragon Componentes.
Kitchen Eye
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, a nivel mundial, casi 200 millones de personas (cerca de 30 millones en Europa y más de 300 mil en España) viven con alguna deficiencia visual relevante. El proyecto desarrollado por Mondragon Componentes trata de dar respuesta a dicho colectivo, y lo hace desde la innovación.
¿Cuál era el reto al que os enfrentabais?
Nuestro reto era resolver una situación dramática para una parte no tan pequeña de la sociedad. Puede que no lo tengamos muy presente, pero una de las primeras cosas que le sucede a una persona con deficiencia visual es que deja de cocinar. Y por tanto elimina de su vida, de raíz, una de las actividades más necesarias e interesantes que hacemos los humanos. Cocinar nos permite cuidar de nuestra salud y de la de los nuestros, contribuir al desarrollo y sostenibilidad del entorno consumiendo productos cercanos y conectar con nuestros mejores recuerdos familiares.
Sin embargo, para ese relevante grupo de personas esta actividad está muy restringida, y más con los electrodomésticos actuales, donde los diseños de, por ejemplo las encimeras, han evolucionado primando una estética minimalista y una funcionalidad más orientada a la facilidad de limpieza que a un uso universal. Y cuidado, porque esta usabilidad deficiente no solo afecta a personas con deficiencia visual, sino a colectivos con dificultades motoras finas, por lo que el público objetivo del proyecto se multiplica.
Entiendo, además, que necesitabais desarrollar un producto que satisficiera las necesidades tan particulares de este colectivo pero que no supusiera ni un sobrecosto excesivo ni una limitación para su uso por parte de colectivos no afectados y que conviven en la misma unidad familiar. ¿Cómo habéis sido capaces de dar solución a una cuestión tan compleja?
La respuesta directa es innovando. Básicamente nos dimos cuenta de que estos colectivos tenían otros canales de comunicación que les permitían desarrollar su vida. La voz, los gestos, el oído. Eran canales de comunicación que dichos colectivos podían utilizar, pero que, por el contrario, en general, las encimeras, los electrodomésticos, no conocen, no interpretan, no utilizan. Así que la solución vino de la mano de la incorporación de estos canales de interacción a nuestras encimeras.
Comenzamos a trabajar intensamente con organizaciones que nos dieron visibilidad sobre diferentes puntos de vista, generando un proceso innovador colaborativo. Hemos involucrado en el proceso a 3 tipos de entidades:
1.- Entidades que podríamos denominar como “sociales” como la ONCE, Begisare, Cocinar a Ciegas o, recientemente, GSR.
2.- Entidades industriales que nos han aportado su conocimiento y capacidades de fabricación, en este caso Eika, Copreci, Fagor Electrónica o Sareteknika y, finalmente,
3.- El inestimable apoyo del cluster del hogar, ACEDE, haciendo de “engrasador” y dinamizador de muchas tareas de difícil definición,
En resumen, la solución al problema vino de un proceso innovador colaborativo.
¿Cuál ha sido finalmente el producto que habéis desarrollado?
El resultado final de esta innovación es una encimera que incorpora lo más actual de las tecnologías de comunicación, tanto gestual como por voz, a través de un dispositivo que llamamos Kitchen-Eye. Incorpora, además, un procedimiento patentado, que pueden sustituir a toda la botonera de la encimera por un único elemento cuya principal función es facilitar la comunicación entre la persona con dificultades y la encimera siempre cumpliendo con las estrictas normativas que rigen en estos aparatos.
Y esta es nuestra solución, solución que ha sido posible, gracias al aporte de las entidades de I+D, coordinadas en este caso por nuestra unidad de I+D, en Centro Stirling, y con el apoyo de Mondragon Unibertsitatea y la UPV, y que está abordando ya las primeras etapas de la puesta en el mercado de nuestro producto.
Fuente: TUlankide